HISTORIA DEL FUERTE DE SAMAIPATA

Gracias a las crónicas de la “RELACION CIERTA” escrita  por el padre Diego Felipe de Alkaya de 1595 o en 1605, que nos trasmite la
tradición local recogida por su padre en tiempos después 1560, se pueden
evidenciar algunos datos:
Según ésto, el Inka Wayna Kapak (aprox. 1493-1525), mandó
a un pariente suyo llamado Wankané a la conquista de los territorios que hoy
conforman los valles cruceños y las llanuras de Grigotá. Este Inka llegando a
las tierras de dominio de los chanés, población que estaba asentada en estos
valles, con su cacique principal llamado Grigotá, entabla relación y apoyados
por los originarios chanés se asientan junto a ellos en lo que hoy se conoce
con el nombre popular de Fuerte de Samaipata, sitio de origen chané.
Por los años 1520 ó 1522 cuando los europeos, habían
invadido tierras sudamericanas, unos grupos guaraní encabezados por el
aventurero portugués Alejo García irrumpen en Samaipata (monumento
arqueológico), atraídos desde el Paraguay por la codicia de saquear la montaña
de oro, mataron a todos los varones, pasando luego al resto de las poblaciones
donde victimaron a sus principales representantes.
Grigotá junto
o parte de su ejército Chané logró escapar, reunió a sus hombres y atacó a
los invasores infringiéndoles serias derrotas. Los perdedores de estas batallas
fueron llevados como prisioneros, a los guaraní al Cuzco, allá, según Alkaya,
los sacrifico desnudos a las heladas cumbres que dominan la región y los
bautizo con el nombre de “CHIRIGUANOS” provenientes de las voces quechuas,
chiri = frío, wuañuska = muerto, es decir muerto de frío.
Gracias a los resultados obtenidos, a través de las
investigaciones arqueológicas llevadas acabo hasta ahora, tenemos una imagen más
clara de los procesos de asentamiento humanos en el área del sitio.
Según el cronista Sarmiento de Gamboa (1572), la región
de los valles orientales ya fue invadida en la segunda mitad del siglo XV.
Esto quiere decir que ya existió un asentamiento de
pueblo de origen amazónico, antes de la llegada del incario. Sin embargo no se
puede negar la presencia de la cultura Inka, por que los edificios como la
Kallanka y los sitios con hornacinas se perciben la impronta arquitectónica que
caracteriza al período Inka.
Durante las temporadas las excavaciones científicas en
las viviendas o casas Incas tardías se encontraron con cierta regularidad dos
pisos de ocupación mostrando huellas de fuertes quemaduras, las cuales corresponden
a dos invasiones desastrosas por parte de los chiriguanos y los españoles.
Pero la historia del sitio arqueológico “El Fuerte”,
llega más allá de los tiempos, inmediatamente a la pre o post–conquista.
Ya anteriores autores sugirieron su origen pre incaico de
la misma roca, lo cual es posible dado el echo de que al menos dos casos se
pueden observar claramente con superposiciones de estructuras arquitectónicas.
Sin embargo sólo por combinación de métodos diferentes se llega a conclusiones
fiables.
Uno de estos es el estudio estilístico comparativo con
fenómenos parecidos de otras regiones cosas que es posible porque ahora se
dispone de un plano exacto de la roca esculpida. Por tanto se puede decir que
los incas se apoderaron y remodelaron este lugar sagrado (templo) superponiendo
su propio patrón religioso por ejemplo los nichos-hornacinas construidos en los
flancos del norte y del sur.
Otra evidencia más clara de poblamiento anterior a los Incas salió de las excavaciones, tanto
en las inmediaciones de la roca como en la parte Sur del valle. Bajo de las
edificaciones de piedra, aparecieron las huellas de hueco de poste de casas de
diferentes tamaños construidas en material orgánico.
Estas evidencias y la cerámica encontrada en asociación
con ellos, por su manufactura y su decoración, muestran afiliación con sitios
de la Amazonía, tierras bajas y llanos del Grigotá; por el momento se los puede
claramente identificar con la cultura Chané, u otros grupos étnicos de la
región.Ya se puede asumir una evidente
relación cultural de todo el complejo tanto ceremonial religioso como
habitacional con el oriente de Bolivia. Lo mismo ocurre con la cerámica gruesa
corrugada con decoración insisa que se relaciona con el ambiente cultural de la
Chiquitania, el Chaco, precisamente con los Chiriguanos.
Mejor definidos ya están los elementos relacionados con
el estilo cerámico denominado “Mojocoya” que esta datado dentro del primer
milenio después de Cristo, antes y/o parcialmente coetáneo con Tiwuanaku. La
cerámica Mojocoya se origina en las tierras bajas del oriente Boliviano.
La llegada de los españoles a este sitio no esta todavía
datada con certeza, pero sí documentada por una casa con patio pegada al lado
Sur de la roca. Esta ha sido excavada y consolidada; certificando el motivo por
lo que los españoles se asentaron en el sitio fronterizo.Es a partir de este acontecimiento que el
sitio arqueológico se lo denomina con el nombre de El Fuerte de Samaipata.
La Kallanka.
A partir del 2003 se pone en marcha un programa
sistemático de excavaciones arqueológicas, cuyas investigaciones a cargo de
Richard Alcázar, en un sector puntual denominado la Kallanka, culminan con la
puesta en valor de los diferentes sectores del sitio, revalorizando este
patrimonio cultural, el cual es considerado el edificio arquitectónico más
grande de El Fuerte y por ende el segundo más grande de Bolivia.
Aun existen muchos
misterios en el sitio que develar que sólo saldrán a la luz a través de
investigaciones arqueológicas científicas futuras.

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